jueves, 5 de enero de 2012

EL GOBIERNO MODIFICÓ 'IN EXTREMIS' LA LEY DE SUELO PARA NO HUNDIR A LA BANCA


  • Los bancos podrán tasar sus suelos rústicos a precios de mercado un año más
  • La Ley de Suelo establecía que deberían ajustar su valor a precios reales
  • El suelo es el principal lastre de los bancos tras la explosión de la burbuja

EL MUNDO. Jose F. Leal | Madrid. Miércoles 04/01/2012

Los bancos y cajas españoles tienen un año más para pensar cómo van a resolver el principal problema que ha dejado tras de sí la burbuja inmobiliaria: el suelo, una losa que pesa en sus balances valorada nada menos que en 33.344 millones de euros (datos de junio).

De momento, el 31 de diciembre pasado el Gobierno les echó un valioso capote de última hora aprobando una moratoria que les permitirá valorar sus carteras de suelo tal y como lo han venido haciendo hasta la fecha, es decir, en función de las expectativas de negocio futuras que expresan los planes urbanísticos donde se ubican, en lugar de tasarlos basándose de las perspectivas de negocio reales y actuales, mucho menos optimistas.


El día que vencía el plazo, el Gobierno aplazó un año la norma que obliga a valorar como terreno rústico todo el suelo calificado como urbanizable que no haya sido urbanizado

En síntesis, en uno de los párrafos [pág. 146578] menos inteligibles del Real Decreto de Medidas Urgentes publicado el pasado viernes, el Gobierno establece una nueva prórroga de un año que impide que el suelo calificado como urbanizable pase a convertirse en suelo rústico y, de esta manera, pierda gran parte de su valor. Con el tiempo, los bancos acumularán en terrenos pérdidas mucho mayores de las que tendrán que asumir por la depreciación de las viviendas que tienen en su poder.

Por eso, el balón de oxígeno del Gobierno sólo aporta margen de maniobra. Es decir, no agrava aún más la delicada situación del sector financiero español, que deberá provisionar otros 50.000 millones de euros por su exposición al ladrillo, según ha señalado De Guindos, a añadir a los 21.000 millones que ya han provisionado.

Salvavidas temporal. Bankia, Santander, Caixa Catalunya y La Caixa suman 15.400 millones en terrenos adjudicados


El salvavidas del Gobierno alivia temporalmente las drásticas rebajas que deberían acometer en sus balances algunas de las mayores entidades financieras del país, como Bankia, que asume una cartera de suelos adjudicados valorada en 5.111 millones, el Banco Santander (4.301 millones), Caixa Catalunya (3.347 millones) y La Caixa (2.611 millones), en el caso que tuvieran que rebajar el valor de los terrenos que la ley reconoce un valor en función de lo que se puede edificar en ellos.

Concretamente, la modificación del ejecutivo de Rajoy prevé que una moratoria para aquellos terrenos "que formen parte del suelo urbanizable incluido en ámbitos delimitados para los que el planeamiento haya establecido las condiciones para su desarrollo", se efectúen conforme a las reglas establecidas en la Ley 6/1998, anteriores a las de normas de valoración que fija la Ley de Suelo, que regula las valoraciones de suelos en el Real Decreto Legislativo 2/2008.

La diferencia de valoración que dictan ambas leyes es sustancial. La norma de 1998 establecía que un tasador podía aplicar al precio del suelo las futuras ganancias que se obtendrían tras la construcción de las viviendas, las naves industriales o cualquiera que fuera el inmueble que se fuera a construir", explica Antonio Ñudi, asesor de la consultora Urbe.


El desarrollo de la Ley de Suelo de 2008 buscaba frenar la especulación del suelo

Pero el desarrollo de la Ley en 2008 rezaba que los suelos rústicos no urbanizados en ningún caso deberán valorarse en función de las "expectativas derivadas de la asignación de edificabilidades y usos por la ordenación territorial o urbanística que no hayan sido aún plenamente realizados". Es decir, que los suelos rústicos deberían seguir tasándose como rústicos mientras no hayan sido urbanizados, independientemente de lo que indiquen los planes urbanísticos municipales, y así deberían valorarse en el futuro.

Hasta tal punto los legisladores comprendían que, a partir de 2008, la forma de tasar los terrenos se modificaba radicalmente, que establecieron una moratoria para que las promotoras que habían adquirido suelos durante el boom inmobiliario a precios astronómicos pudieran desarrollarlo o venderlo.

La presión de la banca y los promotores para ampliar el plazo para valorar a la baja los suelos en su poder fue tal que, en 2010, el Gobierno de Zapatero lo amplió hasta el 31 de diciembre de 2011.

Pero, durante esos cuatro años, la crisis ha arrasado cualquier expectativa de urbanización o venta de los terrenos. Los patatales siguen siendo patatales, los campos urbanizables siguen siendo campos, y una gran parte de ellos ha caído, en prenda, en manos de la banca, que tarde o temprano. Gracias al Gobierno, el margen es de un año... a no ser que Rajoy salga de nuevo al rescate.

Vídeo en el que Rajoy, en el debate electoral, anuncia que no le dará dinero a los bancos:

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