La incoherencia presupuestaria del Gobierno
Los Presupuestos Generales demuestran la distancia entre las palabras y los hechos del Gobierno de Rajoy. El presidente y los ministros se llenan la boca con sonoros discursos sobre el apoyo a la maternidad y sobre la importancia de la movilidad laboral. Al tiempo, su política recorta las ayudas al alquiler para que los jóvenes puedan emanciparse y formar una familia, mientras subvenciona que se aten a una hipoteca (y a una ciudad) de por vida.
Entre las partidas más podadas están precisamente las ayudas a la vivienda, que pierden un tercio de sus fondos y se quedan en 782 millones este año. En enero, el Gobierno ya acabó con las ayudas al alquiler para jóvenes –la renta básica de emancipación–. El compromiso era mantener esa ayuda a quien había accedido ya ella, pero el Estado no está pagando. No hay dinero para fomentar el alquiler. Sin embargo, sí lo hay para subvencionar las hipotecas: para mantener el IVA para las casas nuevas al 4%, y también para recuperar la desgravación por compra de vivienda.
Esta injusta ayuda fiscal costará este año 2.523 millones de euros, según los Presupuestos Generales. Es una desgravación completamente regresiva: cuanto más dinero ganes y más cara sea tu casa, más te subvenciona el Estado. De paso, esa subvención acaba engrasando a los bancos y a las constructoras: la madre del cordero. Será esa maternidad la que se apoya.
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