El coordinador de Economía del PP se sabe bajo los focos. Cualquiera de sus frases se interpreta como el ideario del partido y sus propuestas, como la actuación inmediata del nuevo Gobierno, dadas las encuestas favorables.
Aunque el exministro de Hacienda insiste en que no actúa "a golpe de sorpresas" y que su discurso es conocido. A los que ha sorprendido su designación como número uno de la lista popular por Sevilla, Montoro responde que "yo soy andaluz. Quiero y me interesa participar en el cambio en Andalucía".
P En el caso de ganar las próximas elecciones, ¿nos debemos preparar los españoles para una batería de medidas duras?
R ¿Medidas duras? Lo duro de verdad es lo que estamos viviendo ahora, uno de los momentos más bajos de la democracia. Lo que habrá, si ganamos, son reformas para evitar precisamente lo duro de esta situación. Habrá, no se puede ignorar, una distribución de los costes para salir de la crisis, pero no una distribución injusta como la que ha hecho este Gobierno.
P ¿Cuáles serían las medidas inmediatas, las del primer Consejo de Ministros?
R Tenemos un proyecto para lograr ya financiación de la economía. Se trataría de un plan de medidas concatenadas. Lo primero, desde luego, es la reestructuración del sistema financiero para que fluya el crédito. En paralelo, una ley orgánica que ponga en marcha la reforma constitucional aprobada este verano para obligar a la reducción del déficit de las Administraciones. También es prioritario abordar la duplicidad de las competencias para disminuir el gasto. Una reforma tributaria para favorecer el ahorro de familias, pymes y autónomos y para estimular que las empresas inviertan es igualmente urgente. Aquí se incluye, por ejemplo, pasar del IVA de devengo al de caja o la creación de una cuenta tributaria para compensar las relaciones contribuyente-Hacienda. No hay que olvidar una reforma laboral, cuyo eje sería la negociación colectiva, y la unidad del mercado interior, las liberalizaciones en energía, telecomunicaciones, transportes e infraestructuras y la estimulación, vía fiscal sobre todo, de la innovación y la internacionalización de las empresas. En definitiva, un conjunto cohesionado de política económica para las primeras semanas. Además, es el que nos conviene a los españoles. Y con el añadido de que las reformas las hemos preparado nosotros, no vienen impuestas por el exterior, no las ordenan los organismos internacionales.
P ¿Cómo van a encarar la reestructuración del sector financiero si gobiernan?
R Prescindiendo de entidades ineficientes, en primer lugar. Y fijando mecanismos para que las que queden asuman los costes inherentes al saneamiento. Es fundamental sanear los balances, sacar al mercado los activos y el suelo que no tienen salida para que sea éste quien fije su valor. El Estado ayudará respecto a los activos inmobiliarios.
P En los últimos días, se ha puesto en duda la labor del Banco de España respecto al saneamiento del sector. ¿Comparte las críticas?
R El Banco de España, en su labor de supervisión bancaria, es un delegado del Gobierno, en concreto del Ministerio de Economía. Y debe seguir los criterios del Gobierno. No tenían que haberse producido los problemas que ha habido. Yo he sido muy crítico con la labor del Banco de España desde el comienzo de la legislatura, no sólo ahora, cuando es fácil criticar. La actual dirección no estaba de acuerdo con lo que yo decía y ahora, en 2011, resulta que las entidades tienen que aumentar su solvencia. Es curioso que en un acto reciente con el principal banquero del país tanto la ministra Elena Salgado como Miguel Ángel Fernández Ordóñez no abrieran la boca y sólo hablara Emilio Botín. ¡Cuando hay tanto que explicar! Por ejemplo, todo lo relacionado con la Autoridad Europea Bancaria (EBA), qué se está haciendo, por qué se hace, la asunción o no de responsabilidad. Pues de todo esto, nada. El gobernador da muchas lecciones sobre el mercado laboral, pero de lo suyo...
P Este Gobierno les dejará, si ganan, unas cuantas patatas calientes como las privatizaciones o los impuestos de Patrimonio y Sociedades.
R Las privatizaciones pendientes van a ser revisadas. La de Loterías del Estado, en concreto, no es que quede pendiente es que, afortunadamente, la ha evitado el propio mercado. El único objetivo de las privatizaciones planeadas por el Gobierno era hacer caja, no favorecer a los sectores. No tienen sentido económico. En cuanto al Impuesto de Sociedades, ese cambio de gestión de aumentar los anticipos a cuenta no sirve para nada. Habrá que revisarlo también. Sobre Patrimonio ya lo hemos dicho: lo dejaremos morir. Ha sido un gesto a la izquierda de Rubalcaba, quien ni siquiera ha tenido la gallardía de proponerlo con carácter permanente. Y el hecho de que las comunidades autónomas, incluso las gobernadas por el PP, lo apliquen es natural. Están muy agobiadas presupuestariamente y si les ofrecen una nueva fuente de ingresos...
P Otra tarea pendiente son los Presupuestos para 2012. ¿Qué van a hacer?
R Haremos los de 2012 y los de 2013 el mismo año, no queda otro remedio. La prórroga es automática, pero no actualizar partidas y previsiones es inaudito. Anticipar las elecciones le ha servido a Zapatero para no hacerlos. Eso sólo significa que el Gobierno ya sabe que el año que viene vamos a crecer menos de la mitad que este año.
P Aunque queda poco tiempo, ¿esperan alguna medida de última hora del Ejecutivo de Zapatero?
R No, porque Rubalcaba no lo va a permitir. De todas maneras, estamos en una situación tan anómala. Es muy incómodo estar tanto tiempo de forma interina. Pero no creo que hagan ya nada. El Gobierno no tiene ningún margen.
P Se acerca la campaña electoral y dada la situación económica del país, ¿estaría dispuesto a un debate público sobre economía con un oponente socialista, como el que se celebró en 2008 entre Solbes y Pizarro?
R Cada momento tiene su circunstancia. Ahora tenemos una vicepresidenta económica de salida. Además, el único debate que cabe es con Rubalcaba y ese ya lo va a hacer Rajoy. ¿Y qué sentido tiene debatir del futuro con personas que no lo tienen? Yo, de todas maneras, voy a tener mi propio debate con un peso pesado: Alfonso Guerra. Es el número uno de la lista del PSOE por Sevilla. A ver qué nuevas ideas tiene para salir de la crisis.
1 comentario:
Las soluciones del PP, como no podía ser de otra manera, pasan, como las medidas del PSOE, por dar más dinero a la banca.
Nada nuevo bajo el sol.
Publicar un comentario